Título original: Il cimitero di Praga
Autor: Umberto Eco
Páginas: 586
Formato: tapa blanda sin solapas
Editorial: Lumen
Umberto Eco no necesita mucha presentación, con decenas de obras dentro de los géneros de ficción y no ficción es uno de los escritores italianos más reconocidos.
"Los hombres nunca hacen el mal de forma tan completa y entusiasta como cuando lo hacen por convencimiento religioso."
"Hace falta alguien a quien odiar para sentirse justificado en la propia miseria. Siempre. El odio es la verdadera pasión primordial. Es el amor el que es una situación anómala. Por eso mataron a Cristo: hablaba contra natura. No se ama a nadie toda la vida, de esta esperanza imposible nacen el adulterio, el matricidio, la traición del amigo...En cambio, se puede odiar a alguien toda la vida"
La historia. París,
1897. Un día, a sus 67 años, Simone Simonini
despierta recordando solo su nombre y profesión, pero está seguro que el primero
es falso y lo segundo, ilegal. Por lo riesgoso
de su línea de trabajo se ha visto en la necesidad de utilizar diferentes
identidades lo que le complica aún más tratar de organizar su memoria. Simonini es un artista de la falsificación de
documentos.
Siguiendo la teoría de que si transcribe todo lo
que recuerda logrará poner orden en su cabeza, Simonini se embarca en la
recolección de toda la evidencia que pueda aclarar qué le ha causado tal pérdida
de memoria. Lo más probable es que lo
encuentre no le guste a nadie.
Mi opinión. Nadie puede negar que Umberto
Eco tenga el don de la escritura, lo hace muy bien y estaría dispuesta a apostar,
sin mucho esfuerzo. Las palabras hacen
juego perfecto y el ritmo de la narración es rápido, pero debo admitir que no
fue fácil para mí terminar este libro.
El personaje de Simonini es todo lo malo que
podemos encontrar en una persona. Es un
hombre parco de palabras, no tiene un pensamiento agradable sobre nadie y odia
a las mujeres sin ningún tipo de medida.
Incluso sin recordar cuál es su verdadera identidad, Simonini está
seguro de despreciar a cualquier nacionalidad que no sea la francesa (a la que tolera). El único interés de este personaje tan odioso
es la comida.
Lo más interesante del libro es su parte
histórica. Hasta antes de leer El cementerio de Praga,
desconocía de la existencia de “Los protocolos de los sabios de Sion”, un documento
creado para difamar y arruinar a toda una raza, utilizado como excusa para
culpar a los judíos de todos los males y justificar su exterminio. La delicia de Hitler y muchos otros líderes
antisemitas.
Otro punto a su favor, la inclusión de
personajes históricos reales (como el propio Eco ha dicho, el único que no es
real es Simonini). Siempre es
entretenido acercarse un poco más a los que conforman las páginas de la
historia, para bien o para mal.
El propio Simonini se crea unas historias que
solo un loco creería. Sin embargo, para
la mentalidad de la época son como maná del cielo que cae para alimentar sus
mentes ignorantes y sus corazones egoístas.
Con un trazo de su pluma, éste personaje destruye reputaciones, maquina
conspiraciones internacionales y todo esto lo vende al mejor postor.
Poco a poco se va esclareciendo la red de mentiras y engaños de los Simonini ha sido participe, hasta llegar al evento que le hace perder la memoria (si el protocolo de Sion era malo, de este se gradúa) y aún así sigue tal cual. Una persona que solo sabe escupir odio.
Encima de todo, hay dos narradores
adicionales. Uno de ellos es el abate
Dalla Piccola quien aparece para llenar en los espacios en blanco de Simonini,
parece conocer importantes detalles que darán respuesta a los eventos previos a
la pérdida de memoria. El otro, El Narrador,
la voz de la razón que llega para ordenar los pensamientos del abad y del
falsificador.
De que está bien escrito, lo está. Lo que me hizo no apreciarlo en toda su
magnitud fue que no tuve ni el mínimo momento de conexión con el
protagonista. A veces por más malos que
sean, existe un instante en la historia donde conectas con el principal y
piensas “bueno, tal vez si yo estuviera en su lugar”, pero no aquí.
Lo recomendaría por ser Eco, pero mejor lo dejo a su discreción.
Hasta la próxima y que tengan buena lectura.
Marieru